Madrid-Río, la excursión

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Después de dos cursos de pandemia, Infantil, se pudo ir de excursión a Madrid-Río. Ya había ganas de poder salir del centro y desvariar. Poco nos importo, que el día fuera la jornada más calurosa en una tórrida ola de calor. ¡Madre mía! La última vez que salió este aula de excursión fue en junio de 2019. Pues ya iba siendo hora, que el viernes 17 de junio, cambiáramos el contenido de nuestras mochilas por el bañador y la toalla.

Esta salida les servía para tratar los contenidos establecidos en la unidad didáctica «La importancia del agua en la vida». E ir dando contexto a la futura actividad de la fiesta ibicenca, planteada para el 30 de junio, la cual como ya sabréis cuando se publique esta entrada, fue cancelada por motivos de seguridad del Covid. Las demás clases no habrán tenido su jornada de aguas abiertas, pero los de infantil como no se fían de preparar actividades con tanto tiempo de espera, en esta época de pandemia, prefirieron pájaro en mano que cientos volando. Y acertaron de pleno.

Para sorpresa del tutor, que pensaba que a las 12:00 se iban a tener que volver al cole, porque no iban a poder aguantar esas temperaturas tan extremas, se encontró que en los chorros de Madrid-Río, se estaba de lujo. Agua fresquita y corrientes de aire que hicieron pasar una mañana muy, pero que muy, agradable a los excursionistas.

De hecho la guerrera y uno de los guerreros, cuando llevaban un rato largo debajo de los chorros empezaban a protestar para salir de ahí. Secándose gracias a las caricias del tórrido sol que inundaban gran parte del césped donde se habían ubicado. Los baños eran cortos, pero constantes.

Creían que ir un viernes lectivo a esta zona, les evitaría aglomeraciones. Pero eso mismo debieron de pensar los profesionales de un colegio privado con uniforme, que se presentaron con sus bicicletas, parecía eso la salida de una etapa del Tour de Francia o de la Vuelta Ciclista a España. También se presentaron varios Institutos o Escuelas de Secundaria, no somos muy buenos estimando la edad de la juventud 😇. El aforo se podía asumir ya que respetamos las distancias de seguridad. Estos colegios y/o institutos, asumieron la vulnerabilidad y las capacidades de nuestros pequeños, siendo en todo momento muy educados y responsables. Siendo algunos muy curiosos, expresándonos cuestiones al respecto de cómo y porqué cargábamos a nuestro alumnado, o como sabíamos que era hora de salir del agua con ellos y ella.

Fijaos en el fondo de la foto, la que tenían montada con las bicicletas.

La visibilidad no consiste en enfadarnos por miradas indiscretas, por interpretar conversaciones lejanas… Sino en acercar nuestra realidad a la suya. En dar la posibilidad y el espacio a la otra persona en expresar sus dudas e inquietudes. Y así dar la capacidad y herramientas para entendernos. Es cosa corriente sentirse diferente como diría Rosendo. Que todas las realidades puedan coexistir en este planeta, sin miedos y sin vergüenzas.

Las excursiones suponen un gran esfuerzo, no solo físico, sino también psicológico. Tantos detalles a atender y muchos elementos que pueden fallar. Pero, merecen la pena, esas maravillosas respuestas que manifiestan nuestros chicos en este tipo de salidas. Desde maravillarse por los movimientos que su cuerpo sufre con las oscilaciones de la ruta. Hasta como el sol se cuela entre las hojas de los árboles, y ese juego de luces y sombras, activan sus sonrisas. O esos chorros ejerciendo fuerza en sus manitas y pies.

Mención especial a nuestros voluntarios, tanto a Raúl como a Lucia. Sí, el voluntario se llama como el tutor de infantil, imaginaos las veces que contestaba el uno y el otro cuando oían su nombre y no era para ellos 😂. Y si habéis visto la entrada del 2019, Lucia, ya estuvo con nosotros en aquella excursión, si repite es que tuvo una buena experiencia entonces.

Están haciendo un grado de dependencia y si por nosotros dependiera ya tendrían trabajo, al menos en cuanto finalizarán sus estudios.

Da gusto encontrarse con personas con este nivel de empatía, en este mundo donde el egoísmo y el sálvese quien pueda, está en las primeras páginas de los periódicos y abriendo los telediarios. Bueno que nos enfurruñamos en temas que se escapan a nuestro control, dejando de lado lo más importante.

Con jóvenes como ellos la esperanza sigue manteniéndose viva. Súper dispuestos a ayudar en todo momento y no solo a pasárselo bien jugando en el agua con nuestros guerreros sino dando de comer e interesados en la labor que hacemos con nuestros niños y niñas en el día a día.

Esperamos haber sido un buen modelo, aunque tened en cuenta que se fueron con nuestro Raúl (maestro), que no es buen ejemplo ni para él mismo 😇.

El día lo pasamos maravillosamente bien, y vamos a apuntar este sitio como uno de los favoritos para futuras excursiones. No solo por los chorros, sino por los toboganes, que nos quedamos con las ganas de lanzarnos. Pero ¡Cuidadito! Que en verano ese metal está hirviendo.

¡Qué rica sabe una tortilla de patata después de una jornada agotadora de agua!. Pero sobre todo que bien sienta una siesta reparadora. Cuando una está tumbada en el césped, mientras tu compañero sujeta tu mano, sabiendo que mientras él esté ahí nada malo te va a pasar. O simplemente nuestra vikinga estaba tan agotada de tanto baño, que aprovecho la brisa que corría en ese lugar para abandonarse a Morpheo. Aunque nos gusta más saber que se durmió por la primera opción.

Que la vida puede ser maravillosa eso lo sabemos todos y todas. Pero que son aquellas pequeñas cosas, las que nos hacen disfrutar, vivir y sonreír. Y que gracias a ellas nos dejaran maravillosos recuerdos que dejaremos en un rincón, en un papel (en este caso en esta pantalla) o en un cajón. Que acecharán detrás de una puerta y que el viento arrastrará de allá para acá. Esperamos que si estáis llorando recordando aquellas pequeñas cosas no lo hagáis cuando nadie os ve, sino acompañados y acompañadas, como nuestro «Ale» lo hace agarrando de la manita a su «Isi».

Siempre trataremos de ser el arcoíris en el cielo oscuro de alguien.

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GRADUACIÓN MIGUELITO «BRUCE»

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4 comentarios en «Madrid-Río, la excursión»

  1. Cómo siempre la entrada muy bonita y emotiva y tú sabes hacerlas con el corazón en la mano.
    Gracias compañero
    La actividad fue genial divertida y pasamos un gran día. A ver si con suerte el año que viene lo podemos repetir

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    • Tirar de Serrat siempre es un punto a favor para tocar el corazoncito.

      Y sobre todo ¿que sería de despedir el curso sin la entrada sobre el agua en este colegio?

      ¡Muchas gracias compi! Tú ponte buena del todo y el curso que viene nos vamos de excursión todos los días 😉

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  2. ¡Qué excursión tan buena, Raúl! ¡Y qué envidia dan las fotos con la que está cayendo este mes de Julio!
    Además, fue toda una lección magistral para esos grupos de chavales que estaban por allí, muchas veces lo que no se espera es lo que mejor sale.
    Como siempre, siendo maestro ante todo. ¡Un abrazo y disfruta del verano!

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